Esta edición representa la humildad del origen del mezcal que por siglos dio lugar a muchos mitos y estigmas, que fueron una barrera para la comercialización fuera de las comunidades productoras. 

Al principio, el desprestigio del mezcal fue construido por los intereses de los colonizadores por mantener el consumo del vino que era traído desde Europa. Al ser consumido por el pueblo, sobre todo indígena, el mezcal era considerado una bebida barata para “borrachitos”. 

 

Esta edición representa la humildad del origen del mezcal que por siglos dio lugar a muchos mitos y estigmas, que fueron una barrera para la comercialización fuera de las comunidades productoras. 

Al principio, el desprestigio del mezcal fue construido por los intereses de los colonizadores por mantener el consumo del vino que era traído desde Europa. Al ser consumido por el pueblo, sobre todo indígena, el mezcal era considerado una bebida barata para “borrachitos”. 

 

Esto no impidió que la familia Chagoya, campesinos del maguey y del maíz, comenzaran su historia en el mezcal por el año de 1890. Elaborándolo de forma casera, era envasado en cantaritos de barro negro de San Bartolo Coyotepec, pintados a mano con el nombre “Mezcal Chagoya”, en letras blancas sobre un arco color rojo con la presencia de magueyes y la del “El borrachito”. Esta presentación fue muy aceptada y querida por nuestros clientes de entonces: campesinos del pueblo de Tlacolula, amigos y familiares. 

 

Esto no impidió que la familia Chagoya, campesinos del maguey y del maíz, comenzaran su historia en el mezcal por el año de 1890. Elaborándolo de forma casera, era envasado en cantaritos de barro negro de San Bartolo Coyotepec, pintados a mano con el nombre “Mezcal Chagoya”, en letras blancas sobre un arco color rojo con la presencia de magueyes y la del “El borrachito”. Esta presentación fue muy aceptada y querida por nuestros clientes de entonces: campesinos del pueblo de Tlacolula, amigos y familiares. 

 

Con ese sentimiento de nostalgia ideamos una presentación que reflejara al mezcal de la época de nuestros abuelos. Ahora en una botella de vidrio, mantenemos el diseño original del borrachito con agaves, y una etiqueta de papel con la información más importante. 

Para esta edición clásica de Casa Chagoya manejamos las variedades más tradicionales del estado de Oaxaca, los cuales son: Blanco espadín, con Poleo, con Pechuga de maguey, con cedrón, con gusano de maguey y Tobalá.

Con ese sentimiento de nostalgia ideamos una presentación que reflejara al mezcal de la época de nuestros abuelos. Ahora en una botella de vidrio, mantenemos el diseño original del borrachito con agaves, y una etiqueta de papel con la información más importante. 

Para esta edición clásica de Casa Chagoya manejamos las variedades más tradicionales del estado de Oaxaca, los cuales son: Blanco espadín, con Poleo, con Pechuga de maguey, con cedrón, con gusano de maguey y Tobalá.

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